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Sala 10/14 – Botticelli

Esta grande sala está seguramente entre las más famosas de la Galería de los Uffizi,  exhibiendo algunas de las obras más importantes de Sandro Botticelli.

Entre sus multiples obras, son ciertamente dos las que han entrado en la imaginación visual de la escencia del Renacimiento: El Nacimiento de Venus (1484 aprox.) y La Primavera (1482 aprox.). Estas magníficas obras están llenas de significados misteriosos difíciles de descifrar.

Botticelli se trasladó a la Academia Neoplatónica que gravitaba alrededor de Lorenzo de’ Medici conocido como el Magnífico, quien reunió a la élite intelectual de fines del siglo XV en Florencia. La filosofía de Platón regresó en auge en el Renacimiento, gracias a los estudios y a las traducciones de textos griegos antiguos. El Neoplatonismo intentó unir la filosofía de Platón al Cristianismo: de acuerdo a esta nueva concepción el hombre puede elegir entre Dios y la materia, y la elevación espiritual sólo puede lograrse a través del amor, la armonía y la belleza ideal.

Durante estos años Botticelli “transmitió” en sus pinturas las ideas del círculo neoplatónico, obteniendo resultados de extremo refinamiento y sensibilidad.

Aquí abajo puede gozar de la bellísima y original composición de Thomas Schoenberger, la interpretación vocal es de Marnie Breckenridge dedicada a La Anunciación de Botticelli que se puede también admirar en esta grande sala.

Antes de salir de la sala, tienes que hacer otra parada en otra obra de grande importancia: el espléndido Tríptico Portinari (1477-1478 aprox.) de Hugo van der Goes, célebre artista flamenco. Esta obra llegó a Florencia en 1483 y ejerció una gran influencia en los pintores florentinos entre ellos Botticelli. Los flamencos dominaban desde algún tiempo atrás la técnica del óleo que permitía una increíble precisión en la definición de los detalles y un efecto de suavidad y realismo, difíciles de obtener con la tempera.